Me lo habian dicho varias veces, pero nunca les creí, ya que mi amor por ti era tan grande que mi mente no podia aceptar tal situacion, asi que siempre preferia no hacerle caso a comentarios como esos. Fue entonces aquella tarde cuando tus labios me confesaron las peores acciones, mi mundo se convirtió en una pequeña burbuja que en un segundo bastó para ser explotada. Si, exploté de decepción y dolor.
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