Te estábamos esperando en el aeropuerto. Estábamos cansadas, ya que no habíamos dormido en toda la noche. Miré el reloj y eran las 7 y 10 de la mañana. 5 minutos después apareciste y pfff... No supe reaccionar. Solamente sabía que te tenía que besar, y eso es lo que hice. Rodeaste mi cintura con tus brazos y en ese momento fue único. Con solo verme ya me dijiste que me amabas, que nunca me dejarías, que me darías los besos y abrazos que me hicieran falta y que siempre secarías mis lágrimas.
Y poco a poco tu boca se fue acercando a la mía. Estabamos a 1 milímetro de besarnos, cuando de repente... Todo era un sueño, y por desgracia no pude decirte lo mucho que te quiero, ni siquiera despedirme de ti.
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