Realmente asi eres, un gilipollas.

Y gracias a ti me he dado cuenta de como realmente eres: pensé que serías esa típica persona que no se deja influenciar por los demás, que siempre me harías sonreír, pero no, veo que fui tan ingenua que me equivoqué. Te vi con otros ojos. Todo me gustó de ti: tu mirada, tu tacto, tu manera de ser, tu sonrisa e incluso tu gran egocentrismo. Nunca pensé que llegaría este día, ese día en que perderías los papeles, en que te vuelves la persona más egoísta y arisca del mundo. Realmente creo que disfrutaste al ver mis lágrimas recorrer mi rostro. Fui tan tonta al pensar que te quería pero lo peor de todo es pensar en esa foto que nos sacamos los dos juntos, me duele tanto... No entiendo porque no quiero olvidarte si lo deseo con todas mis fuerzas, y aunque no te lo creas, has acabado conmigo.

No puedo sacar de mi cabeza ver tus labios pronunciando: "No quiero saber nada más de ti, vale?"

Y sin dudarlo has causado un vacío inmenso en mí. No tengo ganas de hacer nada, ni siquiera de recordarte.